Creatividad y estilo

La presencia de un interiorista en la creación y decoración de un negocio queda reflejada en el resultado final de la obra. Como diseñador de interiores tengo mi propio estilo, mi visión del espacio y un conjunto de herramientas a mi alcance para plasmar la esencia de la empresa. Incluso siendo capaz de hacer obras completamente diferentes, todos los diseñadores de interiores tenemos nuestra forma de trabajar y, por decirlo de alguna forma, nuestra firma, creatividad.

Saber proporcionar ese toque de estilo personal, un sello que identifique y diferencie a una compañía del resto no es producto del azar, sino de la creatividad. Pero no entendamos creatividad como algo tan simplista como la “Facultad de crear” o “capacidad de creación” como dice la Real Academia Española, sino como un complejo sistema que seguimos de forma sistemática para dar respuesta a las necesidades de nuestros clientes.

¿Qué significa realmente ser creativo/aplicar la creatividad?

La sociedad tiende a relacionar la palabra creatividad con otras como espontaneidad, imaginación o inventiva. Podrían decir, incluso, que no todas las personas son creativas y que el ser creativo es un don, que se tiene o no se tiene sin posibilidad de cambiar. Básicamente es como si viviéramos en una dicotomía donde las personas se desarrollan con esa capacidad o no. Y aunque existan personas que partan con más talento que otras, en realidad influyen muchos más factores.

Si hablamos de diseño de interiores, la creatividad es algo que nace a partir del esfuerzo, la dedicación, el trabajo duro y la observación. Incluso es posible que ahora mismo me esté saltando algo, pero lo que quiero explicar es lo siguiente: los interioristas no tenemos un millón de ideas en la cabeza que nos nacen de la nada, sino que es nuestra formación, nuestros deseos de seguir aprendiendo y la capacidad de analizar nuestro alrededor los que nos permite, en realidad, ser creativos.

Las personas que nos dedicamos al interiorismo hemos pasado mucho tiempo estudiando para tener un conocimiento que nos permita analizar el espacio y encontrar los espacios y la forma en la que debemos intervenir.

Elementos que debe valorar todo interiorista.

Para encontrar la forma en la que intervenir y modificar un determinado espacio se necesita, en primer lugar, tener disciplina. No resulta sencillo encontrar siempre la inspiración para un proyecto y cuando tenemos varios trabajos a la vez podemos estar realmente agotados. Es en esos momentos cuando un auténtico interiorista recuerda el amor por su profesión y se compromete a seguir trabajando para ofrecer soluciones.

Aunque pueda parecer una tarea sencilla –que ya hemos aclarado que no lo es- me gustaría dar unas pinceladas sobre los aspectos que deben considerarse cuando tratamos de ser creativos en este negocio.

• ¿Existe algún problema? Muchas veces, al comprar un local o un edificio, todo parece estar en orden. No obstante, uno de los aspectos más importantes de nuestra profesión es encontrar cualquier posible defecto que pueda influir sobre el proyecto para darle una solución rápida antes de seguir adelante.
• Hallar lo imprescindible. Aunque hemos hablado del protagonismo de todo lo que compone el local, un buen interiorista tiene que saber encontrar qué es fundamental en el negocio para sacarle el máximo provecho posible. Esto debe tenerse en cuenta, sobre todo, cuando ni dispongamos de un amplio presupuesto y queramos sacarle el máximo provecho posible a la zona que va a recibir más atención por parte de los clientes.
• La funcionalidad del espacio. Saber qué objetivo tiene nuestro proyecto nos ayudará a mejorar la distribución y los elementos que componen el espacio. ¿Diseñarías del mismo modo un bar de copas que una cafetería? ¿No, verdad?
• La idea de la que parte el empresario. A pesar de tener nuestro estilo personal, el proyecto debe reflejar los valores y la misión de la empresa. Teniendo en cuenta este concepto hay que encontrar la forma de dotar de vida el proyecto de una forma creativa respetando siempre los principios del cliente.
• Las dimensiones del proyecto. No es lo mismo trabajar con 30 metros cuadrados que con 100. Cada local es único y debemos esforzarnos por sacarle todo el provecho posible a cada uno de los rincones que lo componen, de forma que cada área sea protagonista y se encuentre en sintonía con las otras.
• Prestar atención a los detalles. Por último, pero no por ello menos importante, el diseñador de interiores tiene que fijarse en los detalles. ¿Cuál es la mejor combinación de colores? ¿Qué elementos podemos incluir en puertas, ventanas o mesas que despierten la curiosidad? ¿Qué tipo de iluminación concuerda mejor con el espacio?¿Qué añadidos pueden sumarse al proyecto sin que este resulte sobrecargado?

Un gran ejemplo de estilo.

No quería acabar el artículo sin hablar un poco de uno de los proyectos que, como interiorista, me apasiona. En este caso me refiero al club Crazy Pianos. Esta reforma corresponde a “El equipo creativo” y, sinceramente, no podrían haber hecho un mejor trabajo.

(Créditos a Adriá Goula)

Es un rincón que, cuanto más observo, más me sorprende. Cada elemento está perfectamente colocado para transmitirte esa sensación de locura que te atrapa.

(Ticket carrusel, créditos a Adriá Goula)

El local cuenta con tres zonas diferentes: el Ticket Carrusel –zona de recepción-, la art gallery -zona de restauración- de la que destaco todos sus cuadros y la colocación de los mismos y por último los vip cages –zona reservada-. Os dejo unas fotografías para que podáis apreciarlo con mayor detalle.

(Disfruta de un gran almuerzo o cena en la art gallery. Créditos a Adriá Goula).

La distribución de los cuadros y del resto de elementos que construyen el espacio es perfecta. La armonía de los colores, el homenaje a otros artistas, el tipo de suelo… todo encaja de forma armónica.

(Vip Cages. Créditos a Adriá Goula).

Recordad que cada proyecto y cada aprendizaje aportan algo nuevo a nuestra profesión y nos prepara mejor para el siguiente trabajo. Únicamente aunando estilo y creatividad seremos capaces de ofrecer soluciones reales a nuestros clientes, y para esto debemos permanecer atentos a las nuevas tendencias, diseños e innovaciones, sin dejar de apostar por seguir formándonos y aprendiendo.

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